Un poco tarde, pero como reza la máxima; más vale tarde que nunca. Y que mejor manera de cerrar las dos últimas entradas en las que el entrañable Sherpa ha sido uno de los protagonistas que haciendo una crónica sobre el último concierto que la formación original de Barón Rojo ofreció en la ciudad condal. Pero no va a ser servidor el que la haga, sino mi apreciado amigo The Bald Rocker que cortésmente ha tecleado unas líneas para plasmar las sensaciones vividas el pasado sábado por la noche.
Efectivamente, 32 años después de comenzar su lucha particular, el Barón volvió a Barcelona el pasado sábado 11 de Febrero. Sobrevoló la montaña mágica de la Ciudad Condal y, después de aterrizar en ella, vio y venció. Salió triunfante de una batalla de más de tres horas de duración, en la que disparó a discreción con todos sus efectivos. Sus armas de combate tronaron poderosas como el martillo de Thor en la noche barcelonesa, demostrando una vez más, que si, amigo Sherpa, que tienes razón, que el poder es un auténtico hijo de puta y que el mensaje y razón de ser y de lucha del Barón en gran parte de sus aventuras, sigue tan vigente hoy en día como hace 30, 40 o 50 años atrás. Por desgracia, sigues, seguís teniendo razón. Si analizamos el concierto, poco hay que decir a estas alturas de la calidad en las tonadas, letras, música y buen hacer de nuestros cuatro barones favoritos. Siguen manteniendo el poder y la fuerza del directo. La experiencia es un grado, amigos. “Nos da igual” ya, a día de hoy, las diferencias y pataletas varias entre los componentes del grupo, que las hay y se dejaron notar durante la primera hora del concierto. Triste, una pena. Por suerte supieron echar mano de una profesionalidad a prueba de bombas, superando ese mal comienzo y regalándonos una mágica noche repleta de himnos para corear, saltar y gritar con ellos. Así pues, lo que nos importa, lo que cuenta de verdad y dejaremos constancia aquí para todos los seguidores del Barón clásico es que en el que fue, dicen, posiblemente su último directo, volaron a gran altura, demostrando que quien tuvo, retuvo, y el por qué de ser la banda más grande que dio el rock duro en nuestra vieja piel de toro. Así que, como siempre amigos, todos a una: Larga Vida al Barón! …original.
(The Bald Rocker)