MR. BIG SON ÍDEM

Memorable velada la de ayer en la sala Bikini de Barcelona. Hacía menos de dos años que ya habían tocado en la misma sala con motivo de su gira de reunión, esta vez han llegado más aposentados y con disco nuevo bajo el brazo. Parece que el mal rollo entre ellos ya es agua pasada, porqué lo que se pudo ver ayer fue una banda compenetrada y contenta de estar sobre las tablas, obviamente esto repercutió en que dieran un recital de matricula de honor. Sonaron hercúleos pero nítidos a la vez y desprendiendo buen rollo a destajo, con su habitual ejecución instrumental óptima que encima viene avalada por buenas canciones. Dos horas largas de concierto donde tuvieron preponderancia las tonadas de su nueva obra What If, que sonaron enjundiosas y no desentonaron para nada al lado de clásicos noventeros como «Merciless», «A Little To Lose» o las inevitables «Addicted To That Rush» y «To Be With You». Los cuatro componentes rayaron a un nivel muy alto, pero si alguno de ellos tiene que llevarse la parte del león ese el vocalista Eric Martin. En plenitud de facultades y con una garganta que no se permitió el más mínimo fallo. Fin de fiesta con revisiones de «Smoke On The Water» (con intercambio de instrumentos) y «Baba O' Riley», y la interpretada a petición popular «Shy Boy» que en un acto de bizarrismo tuvo su estribillo en castellano, reivindicando así el enorme Sonrisa Salvaje de David Lee Roth. Sólo dos peros empañan el inmaculado balance positivo; los solos de Billy Sheehan y Paul Gilbert, quizás en sus inicios impactarían al personal, pero a día de hoy suena trasnochados y caducos, no necesitan estos ejercicios onanistas para demostrar nada. Sus canciones y ejecución ya hablan por si solas. Pero lo más preocupante no fue culpa de la banda, sino de promotores y sala, donde se pudo apreciar con claridad que había mucha más gente que la que permite el aforo. Como sardinas en lata estábamos, siendo tarea casi imposible para servidor moverse de su posición y echando un vistazo a mi espalada vi a gente en el vestíbulo sin poder acceder donde estaba el meollo. Feo, muy feo, algún día sucederá alguna desgracia y entonces llegaran los madremías, pero parece que esto ya es tónica habitual en este país; hay que esperar a que ocurra algo para entonces intentar poner remedio.
En otro orden de cosas comunicaros que este será el último post hasta la semana que viene. Servidor va a tomarse unos días de asueto. Hasta pronto