TETRO: UN TROPEZÓN LO TIENE CUALQUIERA

Lo reconozco, soy un devoto de Francis Ford Coppola. Me trago todo lo que haga como realizador y la trilogía del Padrino (especialmente las dos primeras partes) está en los más alto de mis preferencias en el séptimo arte. Por eso no dudé ni un momento en desplazarme al cine cuando se estrenó Tetro. Y bien, después de vista y asimilada puedo afirmar que esta vez el viejo Francis me ha decepcionado un poco. No, no es una mala película, de entrada el reparto brilla con luz propia, con interpretaciones soberbias pero comedidas a la vez, la realización es sólida y con oficio y la idea de rodar en blanco y negro con los flashbacks en color me parece inteligente e sorpresiva, pero es a la hora de desarrollar el guión donde el maestro falla. La trama es harto interesante pero se embarulla queriendo dar demasiadas explicaciones que no son necesarias, logrando al final que el espectador se sienta confundido. Con menos metraje y mucha menos guarnición estaríamos hablando de una película más que notable. Y ese final Shakesperiano que tan buenos resultados le dio en la saga de la familia Corleone aquí no pasa de solución forzada e innecesaria.
Me imagino que a estas alturas Coppola no tiene que dar explicaciones a nadie y que hace lo que le da la real gana, pero esta vez ha pecado un poco de soberbia, pero con semejante pasado a sus espaldas no voy a ser yo el que le señale con el dedo acusador. Por cierto, la crítica en general se ha tirado como alimañas encima de este film, no creo que haya que ser tan visceral con una película correcta que simplemente tiene algunos fallos de planteamiento. Estoy convencido que si Tetro estuviera dirigida por un director indie como el plasta de Lars Von Trier la crítica la consideraría el film del año.