Como estoy un poco hasta la polla de decesos y obituarios hoy me voy a dedicar al entertainment puro y duro recordando un film de los que ya no se hacen.De los que disfrutamos en la butaca hace ya un porron de años: “LOS LOCOS DE CANNONBALL”.
“Los locos de Cannonball” fue una película de 1981 que se inspiró en la conocida “road movies” de los años setenta “The Gumball Rally”, intentando introducir algunas novedades en este género tan trillado con un más que modesto éxito. Asimismo estaba inspirada en hechos reales; la revista Car & Driver organizó entre 1973 y 1978 una serie de carreras de costa a costa de los Estados Unidos, algo que impulsó al director Hal Needham a embarcarse en esta aventura.
Ahi estaban Burt Reynolds, Roger Moore, Farrah Fawcett, Dean Martin, Peter Fonda, Sammy Davis Jr, Jackie Chan, mas un buen elenco de actores para una película no demasiado buena, , pero que hizo las delicias de los amantes de los chistes fáciles, la velocidad y los destrozos de coches.
Un grupo de personas, cada cual más “especial” participa en una de las carreras de coches más alocadas de la historia. Todos ellos compitiendo para conseguir una más que sustanciosa suma de dinero ofrecida por un jeque árabe y poniendo a punto sus coches con los ingenios más audaces que se hayan podido crear.
¿Fácil? No, para nada. En esta carrera todo está permitido y durante toda la película, los participantes intentarán arruinar los coches de sus contrincantes usando las argucias más insospechadas que podamos imaginar, y si a todo ello le sumamos la presencia de chicas sexys, ladrones, jefes moteros (y su banda) y algún que otro ingeniero japonés… la cosa está muy reñida.
Entre los participantes se encuentran J.J. McClure y su amigo Victor Prinzim que van en una ambulancia preparada, Seymour Goldfarb Jr, (Roger Moore) quien se cree James Bond conduciendo el Aston Martin DB5 y quien hace continuamente guiños al personaje creado por Ian Flemming y Morris Fenderbaum y Jamie Blake, dos curas disfrazados que van como alma que lleva el diablo en un Ferrari rojo
Además de los continuos sabotajes realizados entre los propios participantes, todos deberán sortear a la policía, que ha sido advertida sobre la carrera y tiene una serie de trampas preparadas para apresar a los infractores. ¿Cómo terminará la película? ¿Quién se llevará el premio? Humor fácil, destrozos de coches y velocidad se dan cita en esta película de 1981.
Después de varias décadas como especialista y coordinador de dobles de acción, Hal Needham daba el salto a labores de dirección a mediados de la década de los setenta con la comedia de carretera Los caraduras (Smokey and the Bandit, 1977). Dicha oportunidad se le había presentado tras mostrarle un primer tratamiento del guión a su amigo Burt Reynolds, quien con su protagonismo aseguró el interés de las productoras por financiar un proyecto que acabaría cosechando un gran éxito de público. Dicho éxito motivaría el que las carreras profesionales de Needham y Reynolds discurrieran parejas durante largo tiempo, casi siempre por medio de filmes de características muy similares a las de su primer trabajo conjunto.
Si en Los caraduras la trama giraba en torno a la persecución a la que, por parte de un sheriff, era sometido un camionero encargado de entregar una mercancía en un tiempo limite, en este caso el argumento de la cinta se articula alrededor de los diferentes participantes de una carrera automovilística ilegal llamada “Cannonball”. Este esquema de “road-movie competitiva” ya había sido utilizado con anterioridad en diversos films, algunos tan estimables como La carrera del siglo (The Great Race, 1965) de Blake Edwards, o la serie animada que inspirara éste, Los autos locos (Wicky Races; 1968-1970) de Hanna-Barbera.
“Los locos de Cannonball” fue una película de 1981 que se inspiró en la conocida “road movies” de los años setenta “The Gumball Rally”, intentando introducir algunas novedades en este género tan trillado con un más que modesto éxito. Asimismo estaba inspirada en hechos reales; la revista Car & Driver organizó entre 1973 y 1978 una serie de carreras de costa a costa de los Estados Unidos, algo que impulsó al director Hal Needham a embarcarse en esta aventura.
Ahi estaban Burt Reynolds, Roger Moore, Farrah Fawcett, Dean Martin, Peter Fonda, Sammy Davis Jr, Jackie Chan, mas un buen elenco de actores para una película no demasiado buena, , pero que hizo las delicias de los amantes de los chistes fáciles, la velocidad y los destrozos de coches.
Un grupo de personas, cada cual más “especial” participa en una de las carreras de coches más alocadas de la historia. Todos ellos compitiendo para conseguir una más que sustanciosa suma de dinero ofrecida por un jeque árabe y poniendo a punto sus coches con los ingenios más audaces que se hayan podido crear.
¿Fácil? No, para nada. En esta carrera todo está permitido y durante toda la película, los participantes intentarán arruinar los coches de sus contrincantes usando las argucias más insospechadas que podamos imaginar, y si a todo ello le sumamos la presencia de chicas sexys, ladrones, jefes moteros (y su banda) y algún que otro ingeniero japonés… la cosa está muy reñida.
Entre los participantes se encuentran J.J. McClure y su amigo Victor Prinzim que van en una ambulancia preparada, Seymour Goldfarb Jr, (Roger Moore) quien se cree James Bond conduciendo el Aston Martin DB5 y quien hace continuamente guiños al personaje creado por Ian Flemming y Morris Fenderbaum y Jamie Blake, dos curas disfrazados que van como alma que lleva el diablo en un Ferrari rojo
Además de los continuos sabotajes realizados entre los propios participantes, todos deberán sortear a la policía, que ha sido advertida sobre la carrera y tiene una serie de trampas preparadas para apresar a los infractores. ¿Cómo terminará la película? ¿Quién se llevará el premio? Humor fácil, destrozos de coches y velocidad se dan cita en esta película de 1981.
Después de varias décadas como especialista y coordinador de dobles de acción, Hal Needham daba el salto a labores de dirección a mediados de la década de los setenta con la comedia de carretera Los caraduras (Smokey and the Bandit, 1977). Dicha oportunidad se le había presentado tras mostrarle un primer tratamiento del guión a su amigo Burt Reynolds, quien con su protagonismo aseguró el interés de las productoras por financiar un proyecto que acabaría cosechando un gran éxito de público. Dicho éxito motivaría el que las carreras profesionales de Needham y Reynolds discurrieran parejas durante largo tiempo, casi siempre por medio de filmes de características muy similares a las de su primer trabajo conjunto.
Si en Los caraduras la trama giraba en torno a la persecución a la que, por parte de un sheriff, era sometido un camionero encargado de entregar una mercancía en un tiempo limite, en este caso el argumento de la cinta se articula alrededor de los diferentes participantes de una carrera automovilística ilegal llamada “Cannonball”. Este esquema de “road-movie competitiva” ya había sido utilizado con anterioridad en diversos films, algunos tan estimables como La carrera del siglo (The Great Race, 1965) de Blake Edwards, o la serie animada que inspirara éste, Los autos locos (Wicky Races; 1968-1970) de Hanna-Barbera.
Lo dicho sube a un par de tias buenas en un 911 convertible y dale zapatilla!
Down the sadness! Up the happiness!
Down the sadness! Up the happiness!
2 comentarios:
Desde luego la película no era la panacea del séptimo arte pero, cuantos recuerdos y cuantas risas asociadas con ella. Además producto imprescindible para entender una época.
Un saludo
Ya veo cómo nos está sentando el verano a todos.
Salud.
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