miércoles, 3 de junio de 2009

CHICKENFOOT – ADICTOS A LA DIETA DEL CORONEL SANDERS.


Vamos a dejarlo claro desde el inicio. Con el debut de Chickenfoot, nos encontramos ante el mejor disco de classic rock que ha aparecido en lo que va de año, y permítanme pronosticar algo, no creo que a estas alturas salga a la venta ningún trabajo capaz de plantarle cara. Tras este absurdo, pero efectivo nombre se parapetan Sammy Hagar, Michael Anthony, Joe Satriani y Chad Smith, cuatro tipos que no necesitan presentación alguna. El éxito masivo de sus trayectorias en bandas como Montrose, Van Halen o Red Hot Chili Peppers, y el de sus carreras en solitario en el caso de Satriani, o Hagar, despejan cualquier duda que pueda surgir sobre la sensación de oportunismo que sobrevuela siempre que surgen este clase de supergrupos. Que los miembros de Chickenfoot no tienen ningún tipo de presión por parte de discográficas o listas de éxitos está claro cuando nos detenemos rápidamente a analizar sus situaciones personales. Por una parte, tenemos a Hagar, uno de los músicos más acaudalados del panorama rockero mundial. Los royalties de su brillante pasado, en especial los de sus cuatro discos con Van Halen, y la millonada que le cayó al vender gran parte de las acciones de su compañía de tequila a la multinacional del licor Campari, nos hacen comprender mejor el único motivo que le lleva a seguir en el mundo de la música, que no es otro que el de su pasión irrefrenable por cantar, tocar la guitarra y componer. El bueno de Michael Anthony tampoco debe andar demasiado necesitado de dólares, no olvidemos que formó parte durante más de 20 años de la banda más grande de los U.S.A., aunque recientemente haya sido exiliado de ella de una forma sucia y ruin por parte de los hermanos holandeses. Chickenfoot para él es como disfrutar con un puñado de amigos de unas vacaciones pagadas, ni más ni menos. Chad Smith es el batería de los Red Hot Chili Peppers, una de las diez bandas de rock más populares de los últimos lustros, nada más que decir al respecto. Por último, Satriani, un tipo que agrade o no la dirección musical de su trayectoria, merece el mayor de los respetos por nuestra parte. Lleva de forma incomprensible veinte años unido a la multinacional Sony, grabando los álbumes más antisistema posibles y con un éxito inusual. Satriani es un auténtico punk rocker dentro de un negocio en el que nos cuesta bastante trabajo ubicarle, por mucho empeño que le pongamos.
No me entra en la cabeza que ningún seguidor de Sammy Hagar no disfrute como un enano con todas y cada una de las canciones de este disco. Si a algún fan de Montrose, de Van Hagar, de álbumes como Three Lock Box o Standing Hampton, no se le pone la piel de gallina con ‘Oh, Yeah’ o ‘Soap On A Rope’, es que de repente se ha vuelto sordo, que simplemente ha perdido el juicio, o que se ha convertido en un snob de mucho cuidado. El Red Rocker, gracias a su inconfundible e inalterable voz (seguramente, a sus 60 años, es uno de los abuelos más en forma del mundo de la música), se erige en protagonista absoluto de las once canciones de este estupendo debut, mientras que Satriani se muestra bastante comedido en comparación con los estándares conocidos de su carrera en solitario. Es más que curioso y satisfactorio comprobar lo bien que funciona su virtuoso estilo dentro del contexto de grupo en el que debe trabajar ahora, con solos ajustados a la necesidad de la canción y nunca al contrario. El hombre que tuvo la papeleta de sustituir a Ritchie Blackmore en Deep Purple no podía fallar. Excelente. Para acabar, una base rítmica formada por Michael Anthony (también un más que capaz vocalista, no lo olvidemos) y Chad Smith es garantía de éxito asegurado. Especialmente inspirado el miembro más humilde de los Peppers, heredero directo del John Bonham de In Through The Outdoor, contundente, pero funkie y sutil al mismo tiempo. Un portento de batería que ya nos demostró su faceta más rockera en sus recientes grabaciones y conciertos junto a Glenn Hughes.
Si exceptuamos un par de composiciones algo menos inspiradas (‘Get It Up’ y ‘Turnin’ Left’), el debut de Chickenfoot está a una altura que raya el sobresaliente. El inicio asfixiante de ‘Avenida Revolution’ nos pone a tono para la escucha de cuatro canciones seguidas con un nivel tremendo: ‘Soap On A Rope’, digna de los Van Halen de F.U.C.K., ‘Sexy Little Thing’, precisamente eso, una pieza tremendamente sexy y adictiva, ‘Oh, Yeah’, sacada directamente del libro de estilo del Hagar más festivo, y ‘Runnin’ Out’ heredera directa de la dirección tomada por Van Halen en ‘OU812’. ‘My Kinda Girl’ es la pieza más asequible de un disco que en ningún momento busca la comercialidad, algo así como el ‘Dreams’ sin teclados del Siglo XXI, mientras que en ‘Learning To Fall’, único momento de respiro de los más de 60 minutos de este debut, tenemos una emotiva balada marca de la casa Hagar, con el vocalista mostrando una forma excelente. Los ‘Foot se guardan lo mejor para el final con ‘Future In The Past’, una pieza de casi 7 minutos que recoge la esencia de todo el disco y se convierte en la mejor muestra de lo que son capaces estos cuatro yankees. Una formación clásica de cantante, guitarra, bajo y batería que recoge el testigo y la esencia de maestros como Zeppelin, Free o The Who, así de sencillo, aunque así de complejo de llevar a término a la vez.
A estas alturas no sabemos si esta historia tendrá continuidad o no, aunque la experiencia nos dice que más bien pasará a ser un disco aislado mediante el que todos sus protagonistas no pretenden más que pasar un buen rato y darse un garbeo por el planeta tocando como si se encontraran en su local de ensayo. Disfrutemos de la historia mientras dure, y si pasan por su ciudad, no cometan la estupidez de dejarles pasar de largo. Y es que, en el caso de Chickenfoot, nunca antes el concepto de ‘supergrupo’ había estado tan bien aplicado.

3 comentarios:

RTHB dijo...

Tal como había previsto no me he equivocado. Hace meses mi apuesta personal eran tres discos:

1.- The devil... de Heaven & Hell. Resultado: brutal, buenisimo. Nota: 8

2.- UFo. The Visitor: Ya dije que tal. Nota: 8

3.- Chickenfoot: Y no me he equivocado, pero como tengo pendiente un día de estos hacer la review en The Best, solo adelantar que otro 8.

Un saludo.

lwilbury dijo...

Para mi un 9, discazo, Get it up hasta me parece un tema cojonudo (una vacilada con estribillo en castellano, arriba, arriba....)espero ir verlos a Madrid el dia 1 de Julio..
SAludos.

Xavi Martínez (aka Da Muzz) dijo...

Una agradable sorpresa desde luego y eso que muchas de las veces los supuestos supergrupos no están a la altura de las expectativas que crean. No ha sido el caso.
Un saludo